Durante años, la partida de cooperación al desarrollo ha estado como una casilla simbólica en el presupuesto: 2 000 €, sin proyecto claro, sin cofinanciación, sin impacto real.
Desde Podemos dijimos basta: o hay política de cooperación, o no hay postureo.
Por eso defendimos que esta partida debía tener un proyecto municipal consensuado, con horizonte transformador y apoyo técnico, y que se debía activar junto a la Diputación de Sevilla para obtener cofinanciación.
Y lo conseguimos.
La partida de cooperación se activa con voluntad real de uso, y con el compromiso político de buscar un proyecto claro y financiado en red.
¿Por qué esto importa?
- Porque la solidaridad no se improvisa.
- Porque dar dinero sin dirección no es cooperación: es lavarse la cara.
- Porque Mairena tiene potencial para ser un municipio comprometido a nivel global.
Si el sur no coopera con el sur, ¿quién lo hará?
Desde Podemos entendemos la cooperación como una herramienta de justicia global, no como un adorno presupuestario.